martes, mayo 31, 2011

las culturas originales de México han sido convertidas en folckclor en ausencia de una educación multicultural

Los discursos de los gobiernos mexicanos, desde hace 200 años por lo menos, han creado el mito de las cuturas originales. Y utilizamos bonitas y espectaculares palabras para describirlas: la voz del jaguar, los hijos del sol, la fuerza del coyote, la mística de los chamanes, etc. La verdad es que seguimos el programa de asimilación que se creó en el virreynato de la Nueva España. Esta situación ha llevado a destinarlas en el útlimo lugar de desarrollo. No hay escuelas, y hay menos escuelas pertimentemente adecuadas al contexto cultural:

La defensa de la música y lengua se deja en manos de niños, no de la sociedad mexicana en su conjunto:

Son los futuros guardianes de la cultura maya. Los pequeños herederos de ricas y profundas tradiciones que se resisten a desaparecer. Hablan muy poco español, pero sonríen y juegan como los niños de “verdad” saben hacerlo. Son Luis Ismael Hau Cupul, Hilario Camaal Mukul y María Paulina Camaal Mukul, las estrellas de un pequeño grupo musical llamado Uxben paax, que significa “La música antigua”. Difícilmente recuerdan su fecha de nacimiento; saben que tienen 11, 10 y 13 años, respectivamente; coinciden en que les gusta ir a la escuela y en que disfrutan tocar para los turistas que llegan a visitar su comunidad, de la elaboración de artesanías y de algunos años para acá al ecoturismo. El Campamento Hidalgo es una comunidad indígena en una zona manejada administrativamente por el gobierno de Yucatán, en el municipio de Valladolid. María Paulina, una adolescente es la única mujer del grupo musical Uxben paax, actividad que combina con la hechura de pulseras y collares que se vende. También va a la escuela. Sentada y ataviada con su huipil blanco de bordados multicolores, estudia el primer año en la secundaria Vicente Guerrero; que destaca en Matemáticas y que su interés por estudiar radica en aprender el español “para poder decirle a los turistas cuánto cuestan las cosas”. Su jornada inicia a las siete de la mañana, al levantarse. Desayuna frijoles con huevo y agua simple, pero su platillo favorito es el relleno negro con agua de piña. A las 14:00 horas, después de salir de la escuela regresa a casa para armar los collares y las pulseras, como le enseñó su tía Elisea. En el grupo musical le corresponde tocar las maracas o el “jobom paax”, un tambor elaborado con piel de venado. Narra que su tío —Uxman Mukul— es quien le enseña a ella y a los otros niños las canciones tradicionales que dominan y que tocan para la comunidad, pero también para los visitantes. Aquello no implica que María Paulina carezca de ídolos juveniles modernos. “No tenemos tele, oigo el radio… La Candela. Me gusta Wising & Yandel, también el grupo Brindis”, comenta, al tiempo en que confiesa que le gustaría ser como la cantante Belinda, porque “canta muy bonito”.

Se propone la defensa de los recursos naturales a las comunidades indígenas, pero, no se construyen escuelas que bien pudieran enfatizar el desarrollo autosustentable, ni la preservación de la lengua, el vestido, las historias, ni la escritura:

La comunidad lacandona todavía escucha la voz del jaguar. Por herencia de sus padres, desde hace años procura la conservación ambiental de su territorio. No corta árboles, no caza animales, no tiene vacas y su milpa es pequeña. Viven de los escasos recursos que les dejan las artesanías, se alimentan del maíz y frijol que cultivan. Los pobladores se comprometieron formalmente a continuar con la protección a través de la iniciativa de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Evitadas (REDD+) y otorga 2 mil pesos mensuales a la comunidad de la selva Lacandona, constituida por cinco localidades. Un decreto federal de 1972 formalizó la creación de la comunidad lacandona en 614 mil hectáreas. Allí se establecieron los poblados Lacanjá Chansayab, Nueva Palestina, donde actualmente viven 20 mil indígenas tzeltales y está ubicado en la zona de amortiguamiento de la reserva de la biosfera Montes Azules, y Frontera Corozal, con 11 mil indígenas choles. En Nahá también es difícil el acceso a la educación. Los 32 niños que cursan la primaria tienen semanas sin clases porque el maestro no va, y la respuesta a la queja que los padres presentaron al jefe de zona que se encuentra en Palenque fue: quién sabe si el profesor vuelva. Han pedido una secundaria porque los niños deben hacer un recorrido de hora y media al ejido Lacandón, de indígenas tzeltales, y además de la distancia que deben recorrer, los padres quieren un colegio de su propia cultura.

Por si fuera poco, es frecuente que los "mestizos mexicanos" en su persecusión por el desarrollo personal y económico invadan las zonas en donde están asentadas las comunidades indígenas:

Las escuelas indígenas alternativas de Guaquitepec, en el municipio de Chilón, son todo un referente nacional e internacional como experiencias de educación para el desarrollo intercultural, productivo y humanístico, con definida raíz tzeltal. Hoy se encuentran seriamente amenazadas por presuntos conflictos dentro de la misma comunidad. El pasado jueves fueron agredidos, y detenidos, dos maestros del bachillerato bilingüe intercultural Bartolomé de las Casas, por un grupo de personas que invadieron hace tres meses terrenos de la escuela y han impedido el funcionamiento académico.

El mito de la raza cósmica y programa de asimilación impulsada por la revolución mexicana, en aras de la homegeneidad e igualdad a toda costa ha creado una gran inequidad e injusticia social con nuestras comunidades originales. Gracias a ello, las hemos condenado a vivir en el siglo XVI. Una democracia madura aceptaría este error y buscaría poner fin a esta situación.



4 comentarios:

pavel guevara dijo...

MUCHO DE LA MALA CALIDAD EDUCATIVA EN MEXICO, SE DEBE A LA OMISION EN LOS PLANES Y PROGRAMAS DE ESTUDIO DE LA DIVERSIDAD CULTURAL DE NUESTRO PAÍS, ESTA ES VISTA POR LOS GOBIERNOS COMO UN OBSTÁCULO,Y NO COMO UN REFERENTE RICO CULTURALMENTE, ASÍ LA EDUCACIÓN QUE SE IMPARTE EN MÉXICO, EN LAS COMUNIDADES INDÍGENAS ADOLECEN DE UN PROFUNDO DESPRECIO A LAS CULTURAS ORIGINARIAS Y ESTO NO ES CASUAL, SE HACE CONSCIENTE DE QUE UN PUEBLO IGNORANTE ES UN PUEBLO SUMISO.

Paco Martínez dijo...

Estimado, Pavel:

Gracias por visitar Educación Café.

Estoy de acuerdo contigo que existe un programa de asimilación de nuestras culturas originarias. Sin embargo, creo que mucho de ello se hace de manera irreflexiva, y automática. No hemos reconocido que tenemos una gran dosis de racismo y discriminación. No hemos podido construir un país que respete y valore la diversidad.

Opino que deberíamos de encontrar nuestro propio camino y aprender a reconocer nuestra riqueza cultural

pavel guevara dijo...

Amigo Paco: pienso que creer que la carga de racismo y desprecio de la que adolece la educación en México se da de manera irreflexiva y automática, es creer que la educación que imparte el estado es neutral y apolítica, es ignorar la intencionalidad que subyace en toda política educativa. va un abrazo fraterno.

Paco Martínez dijo...

Estimado, Pavel:

No ignoro que la educación pública no es neutral y tiene un programa político. Sin embargo, los documentos que perfila la política educativa se basa en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Ley de Educación.

En esos documentos se puede leer que la educación en México persigue la igualdad, la democracia, se acepta la multiculturalidad, y largo etcétera. Muchos de esos principios se parecen deseables.

El problema que yo percibo, es que las personas concretas, no persiguen esos deseos políticos ni aspiraciones. En lo personal, considero que nuestra sociedad actua de manera irreflexiva siguiendo los principios de una sociedad aristocrática, basada en privilegios de sangre o familiares, o en privilegios de casta.

Durante 200 años esos principios políticos se han declarado... durante 200 años los seguimos ignorando.